martes, 30 de marzo de 2021

  LA PANDEMIA COMO LA VIDA MISMA... 

Parte 2 


Nuevamente estoy aquí para seguir con mi relato de como he llevado yo el tema pandemia-cuarentena-encierro-locura.

Y bueno, en el post anterior les decía que he tratado de hacer un buen uso y aprovechar las redes sociales para conectarme y acercarme a la gente que más quiero. Y también ¿ por qué no? conocer gente nueva.

Y hoy quiero hablar justo de este punto, las redes sociales y el encierro. Porque creo que a veces no hablamos de estos temas y damos por sentadas muchas cosas al respecto. A lo que voy con esto es que todos estamos sobrellevando esta situación (que a muchos los tiene rebasados) como podemos. Algunos cantamos y subimos fotos, otros se tiran al drama y escriben cada dos por tres que el encierro los está matando lentamente... y otros nos alegran el día con memes o con videos de cositas que hacen. Y creo que todo es válido. Como decía anteriormente, justo la época en la que nos tocó esta nueva pandemia pues es una maravilla porque con un clic estamos conectados con el mundo entero y yo creo que antes del encierro obligatorio había muchas personas que no salían casi nunca de sus casas pero como ahora es a la fuerza ya todos quieren calle y pues ahí si hay que bajarle al drama ¿no? ¿o ustedes que opinan?.

A ver, que si, que estoy tocando la parte superficial de la pandemia y no estoy pensando en la gente que no tiene acceso a internet, y no por eso crean que no me importa el mundo ni la gente que no puede encerrarse tan tranquilamente en sus casas como yo. Estoy consiente de eso y trato de poner mi grano de arena, pero no escribo esto para cambiar el mundo, lo hago como un desahogo y porque me gusta compartir con otras personas mi sentir al respecto. Tal vez mis escritos banales a mucha gente le parezcan ridículos o sin sentido, pero bueno es mi manera de platicar con ustedes que se toman el tiempo de leerme.

Y siguiendo el tema, a mi antes de la pandemia me empezó a parecer que las tres redes sociales que más usamos tienen como un uso curioso: FB es como tipo la red social familiar, donde tienes a toda tu familia, hay noticias, se comparten videos bonitos o feos según lo que esté de moda en el momento y ya. IG, es la red social del "postureo" donde todos tenemos nuestra egoteca y donde yo me siento más cómoda ja, ja, ja. Y luego viene Twitter, donde la mayoría solo va a echar todo el hate a todo lo que puede y a "cancelar" a quien no opina como el. 

Y como yo soy más de IG, pues definitivamente me he volcado al 100 en esa red. (Si no me siguen, vayan, denle like a mis fotos y vean los karaokes ;) ja, ja, ja) y bueno, es aquí en IG donde además de subir fotos donde evidentemente me veo bien, (porque no voy a subir fotos donde salga mal) es donde he encontrado y descubierto a gente que vive en cualquier parte del mundo y que está increíble que puedas tener "amigos" que nunca has tenido frente a ti. Y voy a ser muy honesta con este tema, porque a mi esto al principio me causaba mucha extrañeza sobre todo porque yo soy de esas personas que piensa que las relaciones se forjan en el día a día y en el contacto físico. O sea, el típico ¿Cómo sabes si la persona que te está escribiendo no es un psyco killer? ¿o es un perfil falso? o cualquier loc@. Porque a mi sí me educaron diciéndome: no hables con extraños y mucho ojo, eehh. Razón por la cual a veces reconozco que soy alguien complicada para conocer gente nueva o permitir que se me acerque alguien en cualquier sitio. 

Pero un día de ocio de encierro dije, voy a dejar libre mi IG (porque lo tenía privado) y a ver qué pasa y como hacer un tipo experimento de cual puede ser el alcance de una persona común y corriente como yo en redes sociales. Sin tener que enseñar de más, sin tener que hacer cosas raras que me viralicen o sin tener que volverme una fan loca de nada ni de nadie. Y lo más importante, sin buscar volverme una "influencer".

Y ahí les van mis conclusiones, apreciaciones e historias al respecto de este experimento:

1.-He llegado a 1500 y poquito más de seguidores, lo cual agradezco, pero de esas personas evidentemente nunca he hablado-mensajeado con más de 100 seguramente. Y la mayoría de la gente con la que hablo normalmente son personas que considero amigos o por lo menos somos conocidos.

2.-Al llegar a los 1000 seguidores me empezaron a ofrecer ser "embajador" de marcas de joyería y ropa, pero este tema es muy raro y no he hecho mucho caso porque: "no lo se Rick, me parece falso". O sea, te piden que elijas algunos items de su página y sólo pagues el envío. Pero no me parece confiable, porque al entrar a sus perfiles y páginas, las fotos se ven raras y me da la impresión de que las bajan de internet (es decir que no están tomadas por ellos), además de que casi en todas estas "marcas" que son todas diferentes, los productos son los mismos básicamente. 

3.-Hay mucho loco que solo me escribe para ligar, pero hay gente que se ha tomado el tiempo de platicar conmigo o de acercarse NO para buscar ligue y a ellos si que los conservo dentro de mis contactos. Puedo decir que he conocido gente increíble sobre todo de España y Argentina. Saludos a ellos. Y espero conocernos en persona algún día no muy lejano.

4.-Hay "famosos" que no se sienten paridos por los dioses y sí que te responden o te dan like o tienen algún gesto con uno. Pondré algunos ejemplos concretos: Sigo a una influencer española, que si tú interactúas en alguna de sus stories, te responde o se toma el tiempo de darle like a alguna foto tuya o ponerte algún comentario bonito. Hay otra actriz a la que sigo "Anna Allen" (síganla)  de una serie que veo que también es cercana a sus seguidores y te responde si tu comentas algo o a veces ella misma ha respondido a mis stories. Y no es que yo sea una fan loca que va dejándole mns a los famosos que sigo, pero a veces ves una historia que te gusta y le das like o reaccionas y está padre que se tomen el tiempo de responder a esa reacción. Porque al final el que ellos sean los "entretenedores" no quiere decir que sean diferentes a ti, ni tendrían porque darse aires de grandeza, al final es un trabajo como cualquier otro. Me pasó lo mismo con otra cantante "Ainhoa Cantalapiedra" (también síganla) que preguntó en sus stories como estábamos en CDMX después del ultimo sismo y yo respondí que solo había sido el susto de la alarma y bueno, ella siendo amable respondió y tuvimos una conversación corta. 

A lo que voy con todo esto es que hay mucha gente a la que se le suben los humos pero hay otros con los pies muy plantados en el piso y que son amables en redes sociales, porque al final saben que si llegan a algún sitio es porque a la gente le gusta lo que hacen y tienen que corresponder de igual forma a los fans. También me sucedió hace poco en un karaoke que subí, con una canción de Kenny y Los eléctricos, los etiqueté y ellos amablemente le dieron like. Esos famosos que son cercanos a sus seguidores son los que valen la pena y no los que se sienten de otro planeta. Y sí, supongo que no debe de ser fácil lidiar con la fama y los acosadores, pero insisto, no te cuesta nada ser amable. 

5.- Y siguiendo con el punto anterior, hay famosos que pueden ser tu crush como le pasó a Paty Cantú con "Ted Mosby" (no tengo idea de como se llama el actor, sorry) y también puedes interactuar con ellos. Por lo mismo que mencioné arriba, están abiertos a responder a los fans, porque no son diferentes al resto de la población que no nos dedicamos a lo mismo que ellos y porque son personas amables y educadas. También pondré un ejemplo al respecto y además es una historia súper linda que me sucedió aunque al final fue trágica, pero lo cuento porque me sirve como un ejercicio de catarsis y porque se los quiero compartir...

Yo hace muchos años veía el programa de Operación Triunfo pero el de España, (en México no tuvo éxito porque la "Nacademia" le comió el mandado), y de ese concurso salieron cantantes tan famosos como David Bisbal o David Bustamante, y justo de esa generación (el primer OT) yo tenía a mi favorito, que no se hizo famoso acá en México pero si en España (cantaba, actuaba, conducía programas, hizo musicales, etc). Se llamaba Álex Casademunt. Y bueno yo lo seguía en todas sus redes sociales desde hace años. Como mencioné arriba, yo no suelo intensear a los famosos, porque no me interesa ni tengo el tiempo, pero sí que sigo a los cantantes, actores y demás gente del famoseo que me gusta lo que hacen. En fin, para no hacer el cuento tan largo, yo le respondí a algo en sus stories  de IG y pasó tiempo después de esa respuesta mía y un día cualquiera, me llega un mns de el, y yo hasta me reí porque lo primero que pasó por mi cabeza evidentemente fue: "obvio no es él" y equis, lo dejé en visto. Sí, como lo leen: yo dejé en visto a Álex Casademunt. 😓

 Volvió a pasar tiempo y me llega otro mns que decía "bona nit" (que es buenas noches en catalán por si no están familiarizados) porque él era catalán. Y ese día, tal vez un poco por el aburrimiento o por la curiosidad o porque esa Pau adolescente que vive dentro de mí, me gritó: "contéstale tonta" ja, ja, ja, y pues le respondí: buenas noches... 

Ya partir de ahí que empezamos a platicar y les juro que yo dentro de mi decía: no puede ser Álex, seguro o es el que maneja sus redes o alguien que robó su cuenta o whatever. Pero la verdad le seguí respondiendo cada vez que me escribía por diversión solamente. Pero el día que me mandó una nota de voz, ahí como que cambió todo porque lo escuché y dije: ah caray, si suena a él... ja, ja, ja. Y así seguimos por meses platicando, no diario pero si cada vez que el escribía pues yo le contaba que estaba trabajando porque evidentemente los horarios entre México y España son diferentes,  y el ya estaba por irse a dormir casi siempre. En fin, la cosa es que un día, yo dije le voy a decir que hagamos videollamada solo por curiosidad de ver quien era quien estaba detrás de los mns. Y se lo dije y me pasó su número de móvil y quedamos que un día haríamos la dichosa videollamada, yo lo agregué y también nos estuvimos whatsapeando.  Debo decir que siempre que hablábamos él me decía: ¿Cuándo coincidiremos en esta vida? ¿De que lado del océano será, del tuyo o del mío? y había dentro de mi algo que se ilusionaba tremendamente, sin duda. 

Y así pasaron los meses y bueno, hasta que a finales de febrero yo tenía mucho trabajo una noche (¡Qué raro!) y me llegó un mns de el,  que decía: ¿videollamada? y aunque yo tenía muchas ganas de desvelar el misterio, tuve que decirle que no porque de verdad el trabajo me rebasaba y tenía una presentación importante que terminar. Ya se que en este punto, estarán pensando: "qué tonta y qué ñoña". Y pues si, a ver que lo de tonta no pero sí soy la más ñoña del mundo cuando se trata de mi trabajo. 

Total que le dije: ¿podemos quedar la próxima semana? y me dijo que si, que quedaríamos cuando yo quisiera. No se me va a olvidar que sus palabras textualmente fueron: "podemos quedar cuando tu quieras... yo sólo quiero ver tu carita..."

Y bueno, le platiqué lo que estaba haciendo y por qué no podía conectarme en ese momento y ya. Nos despedimos con la promesa de hacer videollamada la siguiente semana, pero para mi desgracia esa llamada no ocurriría ni ocurrirá nunca más, porque esa semana el tuvo un accidente de tráfico y falleció. Sí, así de efímera y de extraña es la vida ¿no?

Y yo, bueno sentí que el corazón se me paralizaba cuando vi la noticia en redes sociales. No lo podía creer y traté de contrastarla rápidamente y resultó ser cierta tristemente. 

Ya después de eso, pues si medio indagué si ese era su número de móvil y si era su FB e IG reales y esas cosas, porque me quedé obviamente súper sacada de onda. Y fui de sorpresa en sorpresa porque descubrí que sí eran sus redes sociales oficiales, que sí era así de cercano a sus seguidores y además todos hablan de la maravillosa persona que era. 

Y la verdad es que hoy casi a un mes de esto, lo único que pienso es que tengo que agradecerle a Álex  que le puso emoción a estos días de encierro, me alegraba mucho recibir un mns suyo y pues nada que la vida sigue y al final pues nunca estuvimos uno frente al otro pero cuando alguien tiene el poder de hacerte sentir especial solamente por mns es de valorarse y agradecerse. Porque cabe aclarar que no porque me gustara mucho iba yo a permitir cosas raras o acoso, pero lo que debo decir es que sus mns siempre eran amables, agradables, lindos y nunca propasó ningún limite. Siempre se portó como un caballero y simplemente hablábamos de mi trabajo y del suyo, alguna vez me contó que estuvo en México y que le encantó, me decía que cuando yo regresara a España él prometía llevarme a sus lugares favoritos a lo que yo correspondía ofreciéndole lo mismo si él venía a México. Y así mi historia más random, rara pero también romántica y linda de la cuarentena y de la vida. 

Y reitero que fue una historia súper linda y que siempre la recordaré como una de esas historias rarísimas que me han pasado en la vida, pero que son las que le ponen magia, encanto y diversión a nuestros días.  Lo único de lo que me arrepiento es de no haber hablado más con el por miedo a parecer una fan loca, de no hacer la videollamada ese día pero por otro lado me digo a mi misma: tal vez no sucedió porque si nos hubiésemos visto aunque fuera a través de una pantalla esto hubiese sido muy doloroso para mi... Y me consuelo diciéndome lo que todos decimos cuando no encontramos una respuesta que nos deje conformes o que nos de claridad a lo que estamos viviendo: "las cosas pasan por algo"...

Y bueno, por hoy lo dejamos aquí ¿vale? Los dejo con esta historia muy mía y que he compartido con pocas personas pero que necesitaba contárselas para que vean que también a la gente normal como nosotros nos pueden ocurrir cosas sorprendentes.

Espero que les gusten mis historias pandémicas y de verdad les agradezco que las lean y si se sienten identificados, comenten. Siempre es mejor tener un diálogo a que sea mi monólogo. Porque además yo nunca me callo, ja, ja, ja. 

Nos leemos pronto ¿vale? 😉 Les mando un abrazo con mucho cariño.

martes, 23 de marzo de 2021

 LA PANDEMIA COMO LA VIDA MISMA... 

Parte 1 (sí, amenazo con escribir mucho y habrá más partes)


Cuando empezó la pandemia, en México lo veíamos como algo súper lejano. Algo así como decía Susanita Cleotilde Chirusi (la de Mafalda pues) al leer el periódico: "Qué bueno que el mundo está tan lejos...", yo me sentía Susanita muchas veces y dentro de mi hasta pensaba: seguro esto parará antes de llegar a México. 

Aunque veía con asombro y algo de miedo lo que pasaba en España e Italia, y leía a mis amigos españoles hablar del tema en sus redes sociales, rogaba porque aquí el destino no nos alcanzara... 

Pero ¡oh sorpresa! (ni tanto) llegó el día del primer caso en México... y aunque aún hablaban de que todo estaba controlado, pues se veía venir la debacle. Porque nunca hemos sido muy disciplinados que digamos y porque en este país la gente prefiere creer en las cosas mágicas que en la ciencia (tristemente).

Y bueno, lo demás es historia, llegamos a picos altísimos de contagios y muertes, en la CDMX vivimos en un eterno semáforo rojo porque a la gente ya se le empezó a olvidar el miedo inicial y sigue habiendo negacionistas sobre el tema y porque también es cierto que mucha gente no puede quedarse en sus casas y hacer la cuarentena "como Dios manda" porque si no salen a trabajar, pues no comen. Y así a trompicones, seguimos viviendo en un eterno: "salir o no salir, esa es la cuestión..."

Y hay cosas de las que se habla y mucho por todos lados, sobre todo horribles y que nos desgastan emocionalmente pero hay otras de las que casi no hablamos y que no son tan malas y es lo que atañe a este texto que les quiero compartir.

Yo voy a empezar contándoles mi experiencia en pandemia-cuarentena y como mi vida ha ido tomando su curso de una manera que no esperaba pero que no es mala, de hecho creo que estoy en un momento muy bueno en todos los aspectos.

A ver, todo empieza con un comunicado oficial diciendo que todos los trabajos no esenciales debían parar. Y en mi oficina el jefe de jefes dijo que NO... y yo, como todos los que me conocen saben bien, pues nunca he sido muy dócil que digamos, así que fui directamente con mi jefe a quejarme de la decisión de dirección y él, que es un tipazo y que ya me conoce y se aguanta mis quejas solo me dijo: si estuviera en mis manos, todos haríamos home office desde ya, pero se me sale de las manos... Y bueno, mi respuesta fue: gracias y te entiendo pero aún así voy a ir a quejarme con la gente de RH, porque alguien tiene que hacer algo...

Porque yo soy así, si algo no me gusta tengo que sacarlo de mi sistema y decirlo hasta quedarme en paz conmigo. Y bueno, lo hice y obviamente no ocurrió nada en ese momento. Pero como a los 3 días, mi jefe me dijo que ya podía irme a mi casa a hacer Home Office y me hizo muy feliz.

En realidad no se si lo hizo para que dejara de quejarme o porque sí en realidad no era necesario que yo estuviera ahí, pero igualmente se lo agradezco. Y así me fui los primeros meses de encierro a casa. Unos meses raros, sobre todo porque aunque nadie lo decía todos en la empresa en la que trabajo, teníamos esa sensación de que como el director dice: "no creer en el home Office" (como si fuera una religión o algo en lo que se puede o no "creer", ja, ja, ja) pues nos esforzábamos el triple o más. Yo recuerdo esos primeros meses como sin horarios, si mi teléfono sonaba yo estaba súper al pendiente (y no es que ahora no lo esté) pero eran momentos de ansiedad y de incertidumbre generalizada, además recuerdo trabajar sin parar toda la semana sin importar horarios y sin saber si existían los fines de semana o habían desparecido para siempre.

Tanto fue el esfuerzo que hacía por estar al 1000 (no al 100, al 1000) que me lastimé la mano derecha. Como ustedes saben, yo soy arquitecta y uno de mis instrumentos de trabajo, pues evidentemente son mis manos. Me exigía tanto a mi misma que comía cuando me acordaba, dibujaba sin parar día y noche, hasta que eso, normal, pues hizo mella en mi. El dedo índice de la mano derecha se me inflamo por todo lo que que lo forzaba que hubo un momento en que tuve que parar porque el dolor ya era insoportable y además eso alentaba mi trabajo y me desesperaba porque lo que solía hacer en 5 minutos, me llevaba hasta 20 o más, porque el dolor no me permitía seguir trabajando. 

Long short story: hice todos los remedios posibles que me recomendaron y un día le dije a mi jefe que no podía dibujar más (mostrando pruebas evidentemente de la inflamación en el dedo) y bueno, baje "un poco" el ritmo de trabajo y eso permitió que mi dedo se fuera recuperando.

Después de eso, empecé a tomarme descansos normales, como la hora de comida, como un salir a la tienda aunque fuese solo para estirar las piernas. Y los fines de semana los empecé a dedicar a mi y olvidarme un poco del trabajo. Así que me empecé a arreglar para mi, solo por el gusto de verme guapa todos los días, solo porque me gustaba verme al espejo y decirme: eres una chingona, eres inteligente y además muy guapa y  la cuarentena nos hace los mandados. Me denominé a mi misma en redes sociales: "Quarantine Queen". (ya sé, qué ridícula, pero no me importa, ja, ja, ja).

Inicié mi serie de karaokes en Instagram, que más que decirle al mundo: "mira que bien canto" (porque se que NO tengo una voz privilegiada); lo empecé a hacer porque me encanta cantar, me hace muy feliz poner música y cantar a todo pulmón (seguro mis vecinos me odian, ja, ja, ja), me cambia el día poner una canción que me encante y cantarla como una loca. Sí, así de apasionada suelo ser.

Y bueno, todo iba marchando relativamente bien, hasta que un día recibí una noticia que me tambaleo muchísimo. Había fallecido mi querido Tío Carlos. No por covid, sino por otras cuestiones de salud. Y así la pandemia me enseñó a enfrentarme a una nueva manera de despedir a tus seres más queridos; porque la gente que quería estar no podía por la cuarentena y porque además en una funeraria hay normas de cuanta gente puede estar ahí. Afortunada de poder estar con mi tía y recibir a mi primo (que gracias a Dios pudo conseguir un vuelo desde Canadá para acá) y hacernos compañía los tres. 

La tristeza me acompañó bastante tiempo, de cuando en cuando me pongo triste todavía y echo la lagrimilla otra vez. Pero toda la situación de una ciudad en cuarentena y de no poder ver a tus seres más queridos, creo que aceleró mi proceso de duelo; porque desde que esto empezó yo no pude ver a mis tíos, por miedo a llevar conmigo algún "bicho" que los pusiera en riesgo. Me hizo pensar mucho el valor de decirle a la gente que quieres, todos los días cuanto los quieres. Decirle a tu gente sin tapujos que los amas. Yo se que mi tío sabe y sabía el amor profundo y agradecimiento eterno que sentía por el, pero lo escribo porque hoy no me da miedo decirle a nadie lo importante que es para mi, y sobre todo por si no nos volvemos a ver...

Así la vida va tomando su cause normal y vas volviendo a tu rutina y a tus cosas. Y bueno, haré un paréntesis para contarles algo (¿por qué soy así? pero así hablo también ja, ja, ja). Antes de la cuarentena, yo había empezado a ver a un amigo (if you know what i mean...), nos veíamos todos los viernes o sábados, según nuestros tiempos se acoplaran y curiosamente el fin de semana antes de que iniciara este show llamado cuarentena, habíamos viajado juntos a San Miguel de Allende para ir a conocer el Live Aqua (sí, ya se que soy muy pesada con este tema, pero es que es uno de mis grandes orgullos haber participado en el diseño de este hotel). Y bueno, la cuarentena nos vino a arruinar la diversión y dejamos de vernos muchos meses. Y hago esta acotación porque creo que es importante mencionar que las personas que vivimos completamente solas, de pronto pudimos venirnos abajo con el encierro por el tema de la soledad. Yo, no tengo ni perro que me ladre. Pero para mi fue al contrario, traté de potencializar el contacto con la gente que quiero a través de videollamadas, llamadas, whatsapp, zoom y la gran variedad de opciones que tenemos hoy. También debo decir que vivir una pandemia en esta época nos hace todo más fácil, porque hasta para hacer el súper, te lo pides por medio de una app y ya está. En realidad a veces creo que nos quejamos de más y solo por el gusto de quejarnos. Y no estamos siendo consientes de que vivimos en una época maravillosa llena de avances tecnológicos que nos acercan a los que queremos si lo hacemos de la forma correcta.

Y así fue el inicio de esta pandemia-cuarentena en México para mi, y como hoy ya me enrollé como persiana, pues le voy a parar, pero habrá una segunda y una tercera parte o las que me salgan, porque a mi si hay algo que me guste hacer en la vida (además de diseñar y cantar), es escribir, porque en la escritura he encontrado una manera de desahogarme, de aclarar mis ideas y a mi, me sirve de terapia. Creo que todos deberíamos escribir aunque no seamos literatos (con todo el respeto a ellos) pero si algo se escribe con verdad y desde el corazón también es una manera de compartir la vida.

Así que nos leemos en el siguiente post y espero que este lee guste mucho y me encantaría leerlos también, me encantaría saber todas las cosas buenas que podemos sacar de esta situación para nuestro crecimiento. 



 UN CUENTO LLAMADO:

"EL AMOR EN TIEMPO DE PANDEMIA Y REDES SOCIALES"

 

A Álex



Ella, nunca supo cómo sucedió...

Ella, de un lado del océano y el del otro.

Ella con los cabellos y ojos azabache; él, tan rubio como el sol y los ojos tan azules como ese océano que los separaba.

Ella, tan fascinada por España y él, decía que México era especial y contrastante.

Sólo se leyeron y algunas veces se escucharon, pero prometieron que cruzarían el mar para encontrarse. Si, lo prometieron...

Todo empezó con un "bona nit" que él escribió... y después, se escribieron muchas veces; ella le llamaba bombón y él le decía guapa. Sólo él tenía el poder de hacerla sentir la más guapa y especial. Ahora nunca sabrá si ella ocasionaba algo en él, pero lo que él le daba era alegría en estado puro.

Y un día, así como de intempestiva llegó su presencia a su vida, igualmente se fue...

Lo supo por redes sociales y sintió que el corazón se le paralizaba por instantes y un vacío en el estómago. Un vértigo de esos que te hacen creer que estás en un mal sueño, porque te niegas a aceptar la absurda realidad.

Se sentía muy rara en los días siguientes, como viviendo en una nebulosa y se cuestionaba todo. Poco a poco, lentamente, fue aceptando que no habría nunca más un "bona nit"...

Ahora solo tiene sus mensajes y escucha su voz en ellos, de cuando en cuando. Y sueña cada noche con su sonrisa... Ahora lo recuerda al ver el cielo y el mar. Ahora lo recuerda a través de su arte.

Nunca entenderá como sucedió o por qué sucedió. Ni el que sus vidas se cruzaran, ni el que él ya no esté más...

Ella ahora puede decir que él cambió su existencia, que cambió algo en ella, que la transformó, aunque nunca hayan estado uno enfrente del otro, porque todo sucedía a través de una pantalla... porque ahora todo sucede a través de una pantalla ¿no?. 

Ella ahora sonríe cada vez que recuerda que un mensaje de él llegaba; porque él tenía la magia para conseguir que ella fuera feliz, aún estando separados por kilómetros de agua. Y porque esta historia fue como un cuento feliz. Pero fue verdad.

Él se fue antes de que la primavera llegara, él se fue en los últimos días raros del invierno, esos días que nos dan nostalgia de las fiestas pasadas pero a la vez nos dan esperanza de que el mañana será soleado y el cielo azul, tan azul como esos ojos suyos que desbordaban vida. Ahora esos ojos azules son solo un sueño...

Y Ella puede, pero no quiere decirle adiós, porque quiere creer que algún día se encontrarán como brisa de mar o como estrellas en el firmamento...


miércoles, 21 de marzo de 2018

Yo también...

Si, yo también soy mujer como un 49.6% del total de la población mundial. (Según la ONU).
Y yo también he sufrido acoso, a mí también me han gritado obscenidades por la calle y me han tocado sin mi consentimiento y me he sentido asqueada y he querido correr a esconderme. 
 A mí también me dijeron que estuviera siempre bonita y que si un niño te molesta es porque le gustas. 
A mí también, me ha incomodado algún “amigo” acosándome y pidiéndome salir insistentemente a pesar de mi negativa. A mí también me han dicho “mamona”, “apretada”, “loca”, “histérica” y un largo etcétera ya sea por no querer salir con alguien, por no quedarme callada o simplemente por ser como soy. 
Yo también he tenido profesores en la universidad que se han querido pasar de listos. Yo también he tenido jefes y compañeros de trabajo, que  se han atrevido a decirme que si sufro acoso o si gano menos es por haber osado entrar en un mundo de hombres (soy Arquitecta). 
Yo también tuve uno de esos novios que  “te celan porque te quieren”, de esos que te hacen “sentir culpable” por tener amigos y te envuelven en una vorágine de destrucción. Y claro la única culpable siempre serás tú, porque tú eres la confundida, la equivocada y la que está mal. Y crees erróneamente que así son las cosas.
Yo también le he dicho puta a otra mujer y he criticado su manera de vestir, de pensar, de ser. 
Y a mí también me han criticado otras mujeres. A mí también me han dicho gorda. A mí también me han tratado como imbécil solo por el hecho de ser mujer. Y yo también me he sentido menos capaz frente a otras mujeres o frente a otros hombres. 
A mí también me han dicho que calladita me veo más bonita. 
Y lo único que he aprendido es que prefiero no verme bonita, pero NUNCA callada. Que mi voz es potente y que si tengo algo que decir siempre habrá alguien que quiera escuchar, y que muy probablemente incomodaré a algunos, pero ese NO es mi problema. 
Si, he tenido malas experiencias con los hombres en muchos aspectos. Pero prefiero creer que también los buenos son muchos más. Yo, afortunadamente en mi círculo más cercano, siempre he estado rodeada de hombres maravillosos que me han enseñado más de feminismo que cualquier libro o cualquier persona. Y agradezco su presencia en mi vida: Ese papá que no le importaba salir a comprar las toallas sanitarias para sus hijas, que preparaba el desayuno, que me peinó cuando se lo pedí,  que me enseñó las reglas del fútbol, que me llevaba a patinar con mis amigas mientas me esperaba leyendo un libro, que me bañaba de pequeñita, que me traía cuentos cuando volvía del trabajo, que no se cansaba de compartir momentos con sus hijas,  (solo por mencionar algo, de las tantas cosas que me vienen a la cabeza) y todo esto solo por amor. Esos tíos que me enseñan de amor y respeto cada vez que los veo tratar a sus esposas, hermanas, hijas y educan a sus hijos para que sean tan buenos hombres como ellos lo son. Ese abuelo que me abrazaba cada vez que me veía y se sentía orgulloso de mi. 
Ese hermano que me enseñó de fútbol americano y de coches, y que nunca le apenó nunca jugar con “niñas”. Ese  primo que me ha tratado y cuidado como si fuera su hermana, con quien reía hasta que nos doliera la panza. Ese cuñado maravilloso que llegó a la vida de mi hermana, y que cuida de ella y de mis sobrinos con esmero y amor. Esos amigos que me hacen más divertida la vida y en quienes puedo confiar y platicarles de cualquier tema y que no les da pena que yo, una mujer, exprese sus ideas. 

No todos los hombres sin iguales, eso me queda claro. Y soy muy afortunada de estar rodeada de muchos de los mejores. 
Me encantaría que las mujeres que conozco pudieran nombrar de la forma en que yo lo hago, a los hombres de su vida, pero se que en muchos casos no será así. Y se también que el camino aún es largo, pero las cosas cambian si nos esforzamos en educar hombres y mujeres de bien. Que ningún hombre permita que ninguna mujer sea maltratada, y que ninguna mujer permita que un hombre sea humillado. Que podamos caminar uno al lado del otro, nadie detrás del otro. Porque lo que queremos es igualdad, no combatir con el otro. 
He escuchado frases tan ridículas como: “ las mujeres se quieren meter en todo, y ellas deberían estar en sus casas”, “mi mujer no hace nada, ella solo está en la casa”, “ahora hasta se atreven a ser futbolistas o arquitectas”(esa joya me la dijo un día un taxista que me quería hacer la plática), “seguro se ganó ese puesto (o esa calificación) por ser vieja”, “maneja tan  mal que seguro es vieja”, “es mujer y no quiere tener hijos, ¿pero qué le pasa? Seguro es que no puede”... ¿de verdad quienes dicen estas frases viven el 2021?, y lo peor es que algunas hayan sido dichas por mujeres. De verdad me sorprende que seamos nosotras mismas nuestros propios detractores; que creamos en clichés tan ridículos sobre lo que es "ser una mujercita" y lo peor es que le enseñemos esas mismas ideas a los niñ@s que van aprendiendo y entonces tengamos niñas que su única aspiración en la vida sea casarse y niños que hablan de las mujeres como si fuéramos objetos o peor aun, nos tratan de putas. Y ¿saben qué? eso es solo el reflejo de la podrida sociedad en que vivimos. 
Yo he escuchado a chicas mas jóvenes que yo o de mi misma edad decir cosas como: "yo con mi novio, marido, pareja, hermano, padre, etc.  no puedo hablar sobre la menstruación, ¿cómo crees?", "yo prefiero que me mantengan", "a mi no me da permiso mi pareja", "a mi no me dejan cortarme el cabello"(aunque parezca un chiste, no lo es). Y yo les pregunto a ustedes que están leyendo estas líneas ¿les parecen normales estas afirmaciones?... Pues a mi No.  ¡Ya basta!, ya basta de que vivamos en esta sociedad donde todos los días muere una mujer cada 4 horas (según el INEGI) y esas son cifras de los crímenes que han sido denunciados, pero ¿y todas esas personas que no denuncian por miedo?. 
Yo no quiero que todos piensen igual que yo, lo que quiero es que cuestionemos todo "lo aprendido", ya sea que me lo hayan dicho en mi casa, en mi escuela, en mi trabajo, mis amig@s, Todo debe de ser cuestionado, informémonos y compartamos ese conocimiento para que podamos ir permeando en nuestro circulo mas cercano y generar un cambio.
Y quiero aclarar que estas ideas que tenia tantas ganas de compartirles no son para atacar a los hombres porque definitivamente esa nunca ha sido mi intención (y si tu lo crees, es porque no has leído con detenimiento este texto), porque como mencioné hace rato, yo puedo hablar de hombres maravillosos a los que admiro y amo profundamente y porque creo que el machismo es culpa también de las mujeres, de las mujeres que dicen: "el lugar de una mujer está en su casa", de las que permiten que "no les den permiso", de las que creen que tener un marido es tener un dueño, de las que le repiten a sus hijas que lo mas importante es lo de afuera y le restan importancia a la cultura, al aprendizaje, "porque total para que se esfuerza tanto si se va a casar"; de esas mujeres que se expresan de ellas mismas como tontas y les gusta. De esas mujeres que no saben estar solas y pasan de una relación a otra, de esas mujeres que su única aspiración en la vida sea "pertenecer" a alguien más. De las que dicen: "lo que le pasó es su culpa".
Yo también quiero un cambio, yo también quiero que no haya más desigualdad, y aunque pareciera imposible yo si tengo fe en la humanidad (aunque a muchos le parezca ridículo). Yo si creo que con mucha paciencia (porque la paciencia todo lo alcanza) y amor, podemos ir cambiando el mundo en que vivimos. Y lo que yo ofrezco es cada día erradicar de mi persona, frases o actitudes de violencia hacia los demás.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Arquitectura Andalusí

La Arquitectura andalusí…

Mi primer acercamiento a la Arquitectura Andaluza, (bueno, con toda la Arquitectura), fue cuando tenía como unos 4 o 5 años, a esa edad, uno de mis pasatiempos favorito era jugar con los planos de mi papá, hojear sus libros de arte, ver y hasta rayar algunas fotos, usar los estilógrafos, regletas, acuarelas, etc.
A todos nos pasa que tenemos recuerdos o imágenes muy grabadas en la memoria ¿no? Pues así me pasa a mí con una foto a toda página de un libro de historia de la Arquitectura, de mi padre, con la “fuente de los leones”. Y aunque no entendía una pizca de arte o arquitectura, a esa edad (como la mayoría de los niños) mi gusto era bastante kitsch y a mí me parecían más que leones, perros, a los que veía en esa foto y deseaba tener esa fuente en mi jardín. (otro día les platicaré acerca de mi gusto por las balaustradas y otras joyas, a esa misma edad, para que entiendan porque digo que tenía un gusto bastante kitsch).

                                               

  (fotografía del patio de los Leones en la Alhambra de Granada; tomada por mí, diciembre 2015 y que por cierto es idéntica a aquella foto del libro que les cuento).


Un poco más tarde (como a los 8 años) supe que eran leones y bueno, dejé un poco ese recuerdo en el olvido, hasta que bastante tiempo más tarde, entré a la universidad y conocí a “Chema” Buendía 
( profesor, de quien he hablado en un post anterior a éste), quien me reencontró con la arquitectura musulmana y sacó ese recuerdo a flote.  Pasé un año completo aprendiendo sobre medersas, mezquitas, y se volvieron comunes en mi vocabulario palabras como “mihrab”, “alminar”, “minarete”, “Quibla”, “mudéjar”, entre otras tantas.
Y así, descubrí un mundo que desconocía y me impactó positivamente. Aprendí a diseñar patios interiores como eje de las casas, descubrí la importancia de la jardinería y el agua en el diseño, descubrí que tenemos en nuestra arquitectura vernácula rastros, (y rasgos) de arquitectura árabe debido a la gran influencia que ejercieron sobre los españoles y estos nos la heredaron. Me maravillé de la belleza del blanco sobre cualquier otro color, del uso de la geometría en cada detalle y la importancia de estos y lo importante que es hacer arquitectura incluyente y que cada espacio cubra las necesidades para la función que fue creado.  
Así de poquito en poquito nos vamos formando como personas diariamente ¿no? Con lo que vamos tomando de un lado y otro, con lo aprendido día a día; y así nos vamos haciendo como profesionistas también, con lo que aprendimos en la universidad, con lo que aprendemos en el trabajo, con lo que aprendemos de quienes admiramos, de nuestra curiosidad, de los libros (ahora del internet también) y de los viajes.
Pues así yo, que me he ido formando como persona y profesionista poco a poco y aunque ya estaba enamorada de la arquitectura musulmana y todo el legado de ésta, no fue ni será nunca igual el ver fotografías en libros a estar en el sitio. El próximo diciembre hará un año de un viaje soñado, un viaje que llamé “Para ver Arquitectura…” y eso hice. (Y como recomendación, que viajar no se trate sólo de visitar un lugar y comportarnos como turistas, sino que el planear un viaje sirva para aprender, para estudiar, y al llegar al lugar maravillarnos).

Les hago un poquito de recuento de historia: La herencia musulmana en España se hace presente en toda Andalucía (antes “Al-andalus”), debido a la ocupación musulmana de 8 siglos. Las edificaciones islámicas, se caracterizan más por su decoración que por su estructura. Y existen 4 elementos decorativos básicos: caligrafía, motivos orgánicos, geométricos y abstractos. A través de la geometría se representa la indivisibilidad de Dios. El arte musulmán se basa en las matemáticas: la repetición de patrones (redes) genera efectos armoniosos, equilibrados y dinámicos.


(podemos ver los patrones geométricos y tomados de la naturaleza, además del perfecto trabajo hecho en yeso y azulejos, fotografía tomada por mi, diciembre 2015).


La arquitectura islámica depende de tres elementos importantísimos: “los jardines, la luz y el agua”, porque tienen valor ritual y simbólico; además ningún espacio interior podría explicarse sin su relación con el exterior (jardines, fuentes y entradas de luz).
Por otro lado, existe una construcción muy particular y característica de la arquitectura árabe: “los baños o hamman” que no solo nos dejan ejemplos de espacios dedicados al culto del cuerpo y el espíritu, sino que son pioneros en la construcción de baños de vapor con calderas subterráneas.

(en esta foto, vemos la entrada los baños y apreciamos la iluminación cenital:fotografía tomada por mi, diciembre 2015).




     


(una foto de los interiores, donde vemos una fuente y la cenefa de azulejos, después de la yesería)




Espero que hayan disfrutado leyendo y viendo las fotos. (todas tomadas por mi)
Nos leemos pronto...




                 


 




 






          


 












* (Fuente: Arte Árabe, portal: www.artehistoria.com)
*2 (Fuente: Elena Sarnago Notivolo, La Decoración en el arte Islámico, portal: clio.rediris.es).

*3 (Fuente: Merche S. Calle, Plantas de las tierras de al-Andalus, portal: www.ideal.es).

martes, 27 de septiembre de 2016

"Chema" Buendía...



“Chema” Buendía…



El día que nos conocimos, fue en una clase en la UAM-Xochimilco, recuerdo perfecto que nos hablaste del color blanco, del olor de las flores de azahar y de tu infancia en Marruecos (Sí, de tu nana Jimo y de tu Fiat de lata). El destino me puso en tu clase pero la buena fortuna (o Dios) quiso que fuésemos amigos.




Siempre te escuché atenta, dentro y fuera del aula; a veces platicábamos más en los pasillo y jardines de la universidad que en los mismos salones, porque así eras tú, tu cátedra era para escucharte y fuera de clase para compartir. Ahora tengo muchas anécdotas que recuerdo y sólo trato de elegir las mejores palabras que dedicarte.

Te veía llegar siempre, muy arreglado de traje y sombrero, con un café en la mano y silbando. Bajo el brazo tu rollo de diapositivas, tus libros y un folder viejo y arrugado pero  lleno de maravillosos croquis que seguramente habías hecho sentado frente a una taza de café y con una buena charla. 
Diariamente, todos debíamos rodear el restirador donde nuestros planos estarían listos para recibir tus correcciones, recuerdo que me paraba a tu lado derecho, me gustaba estar ahí. Sin falta, todos los días dejabas el salón a las 2:00 pm porque no podías faltar a comer a tu casa, pero si aún no habíamos terminado la revisión en la universidad, nos esperabas en "la pause" (ahí sobre Francisco Sosa). Cómo disfruté cada una de tus clases…



Me llevaste a visitar la casa que le diseñaste a uno de tus hijos en Malinalco; recuerdo el viaje (de ida y vuelta), así como la comida llena de fantásticas historias que nadie contaba como tú, pero lo que más recuerdo y agradezco de ese viaje, fue el que compartieras conmigo la parte más importante de tu vida: Tu familia.

Me dijiste una y mil veces que la Arquitectura debe de ser incluyente y que hay que hacer que la Arquitectura cuente historias. Todos los días lo intento y espero estarlo logrando.

No tuvimos oportunidad de reencontrarnos, aunque siempre tuve en mente, pasarme un día por el callejón del Aguacate a preguntar por ti.
Sólo puedo decir, Gracias Chema, por haber coincidido conmigo en esta vida. Gracias por hacerme ver a la Arquitectura con tus ojos y por contagiarme tu pasión.

Un beso hasta el cielo…