miércoles, 21 de marzo de 2018

Yo también...

Si, yo también soy mujer como un 49.6% del total de la población mundial. (Según la ONU).
Y yo también he sufrido acoso, a mí también me han gritado obscenidades por la calle y me han tocado sin mi consentimiento y me he sentido asqueada y he querido correr a esconderme. 
 A mí también me dijeron que estuviera siempre bonita y que si un niño te molesta es porque le gustas. 
A mí también, me ha incomodado algún “amigo” acosándome y pidiéndome salir insistentemente a pesar de mi negativa. A mí también me han dicho “mamona”, “apretada”, “loca”, “histérica” y un largo etcétera ya sea por no querer salir con alguien, por no quedarme callada o simplemente por ser como soy. 
Yo también he tenido profesores en la universidad que se han querido pasar de listos. Yo también he tenido jefes y compañeros de trabajo, que  se han atrevido a decirme que si sufro acoso o si gano menos es por haber osado entrar en un mundo de hombres (soy Arquitecta). 
Yo también tuve uno de esos novios que  “te celan porque te quieren”, de esos que te hacen “sentir culpable” por tener amigos y te envuelven en una vorágine de destrucción. Y claro la única culpable siempre serás tú, porque tú eres la confundida, la equivocada y la que está mal. Y crees erróneamente que así son las cosas.
Yo también le he dicho puta a otra mujer y he criticado su manera de vestir, de pensar, de ser. 
Y a mí también me han criticado otras mujeres. A mí también me han dicho gorda. A mí también me han tratado como imbécil solo por el hecho de ser mujer. Y yo también me he sentido menos capaz frente a otras mujeres o frente a otros hombres. 
A mí también me han dicho que calladita me veo más bonita. 
Y lo único que he aprendido es que prefiero no verme bonita, pero NUNCA callada. Que mi voz es potente y que si tengo algo que decir siempre habrá alguien que quiera escuchar, y que muy probablemente incomodaré a algunos, pero ese NO es mi problema. 
Si, he tenido malas experiencias con los hombres en muchos aspectos. Pero prefiero creer que también los buenos son muchos más. Yo, afortunadamente en mi círculo más cercano, siempre he estado rodeada de hombres maravillosos que me han enseñado más de feminismo que cualquier libro o cualquier persona. Y agradezco su presencia en mi vida: Ese papá que no le importaba salir a comprar las toallas sanitarias para sus hijas, que preparaba el desayuno, que me peinó cuando se lo pedí,  que me enseñó las reglas del fútbol, que me llevaba a patinar con mis amigas mientas me esperaba leyendo un libro, que me bañaba de pequeñita, que me traía cuentos cuando volvía del trabajo, que no se cansaba de compartir momentos con sus hijas,  (solo por mencionar algo, de las tantas cosas que me vienen a la cabeza) y todo esto solo por amor. Esos tíos que me enseñan de amor y respeto cada vez que los veo tratar a sus esposas, hermanas, hijas y educan a sus hijos para que sean tan buenos hombres como ellos lo son. Ese abuelo que me abrazaba cada vez que me veía y se sentía orgulloso de mi. 
Ese hermano que me enseñó de fútbol americano y de coches, y que nunca le apenó nunca jugar con “niñas”. Ese  primo que me ha tratado y cuidado como si fuera su hermana, con quien reía hasta que nos doliera la panza. Ese cuñado maravilloso que llegó a la vida de mi hermana, y que cuida de ella y de mis sobrinos con esmero y amor. Esos amigos que me hacen más divertida la vida y en quienes puedo confiar y platicarles de cualquier tema y que no les da pena que yo, una mujer, exprese sus ideas. 

No todos los hombres sin iguales, eso me queda claro. Y soy muy afortunada de estar rodeada de muchos de los mejores. 
Me encantaría que las mujeres que conozco pudieran nombrar de la forma en que yo lo hago, a los hombres de su vida, pero se que en muchos casos no será así. Y se también que el camino aún es largo, pero las cosas cambian si nos esforzamos en educar hombres y mujeres de bien. Que ningún hombre permita que ninguna mujer sea maltratada, y que ninguna mujer permita que un hombre sea humillado. Que podamos caminar uno al lado del otro, nadie detrás del otro. Porque lo que queremos es igualdad, no combatir con el otro. 
He escuchado frases tan ridículas como: “ las mujeres se quieren meter en todo, y ellas deberían estar en sus casas”, “mi mujer no hace nada, ella solo está en la casa”, “ahora hasta se atreven a ser futbolistas o arquitectas”(esa joya me la dijo un día un taxista que me quería hacer la plática), “seguro se ganó ese puesto (o esa calificación) por ser vieja”, “maneja tan  mal que seguro es vieja”, “es mujer y no quiere tener hijos, ¿pero qué le pasa? Seguro es que no puede”... ¿de verdad quienes dicen estas frases viven el 2021?, y lo peor es que algunas hayan sido dichas por mujeres. De verdad me sorprende que seamos nosotras mismas nuestros propios detractores; que creamos en clichés tan ridículos sobre lo que es "ser una mujercita" y lo peor es que le enseñemos esas mismas ideas a los niñ@s que van aprendiendo y entonces tengamos niñas que su única aspiración en la vida sea casarse y niños que hablan de las mujeres como si fuéramos objetos o peor aun, nos tratan de putas. Y ¿saben qué? eso es solo el reflejo de la podrida sociedad en que vivimos. 
Yo he escuchado a chicas mas jóvenes que yo o de mi misma edad decir cosas como: "yo con mi novio, marido, pareja, hermano, padre, etc.  no puedo hablar sobre la menstruación, ¿cómo crees?", "yo prefiero que me mantengan", "a mi no me da permiso mi pareja", "a mi no me dejan cortarme el cabello"(aunque parezca un chiste, no lo es). Y yo les pregunto a ustedes que están leyendo estas líneas ¿les parecen normales estas afirmaciones?... Pues a mi No.  ¡Ya basta!, ya basta de que vivamos en esta sociedad donde todos los días muere una mujer cada 4 horas (según el INEGI) y esas son cifras de los crímenes que han sido denunciados, pero ¿y todas esas personas que no denuncian por miedo?. 
Yo no quiero que todos piensen igual que yo, lo que quiero es que cuestionemos todo "lo aprendido", ya sea que me lo hayan dicho en mi casa, en mi escuela, en mi trabajo, mis amig@s, Todo debe de ser cuestionado, informémonos y compartamos ese conocimiento para que podamos ir permeando en nuestro circulo mas cercano y generar un cambio.
Y quiero aclarar que estas ideas que tenia tantas ganas de compartirles no son para atacar a los hombres porque definitivamente esa nunca ha sido mi intención (y si tu lo crees, es porque no has leído con detenimiento este texto), porque como mencioné hace rato, yo puedo hablar de hombres maravillosos a los que admiro y amo profundamente y porque creo que el machismo es culpa también de las mujeres, de las mujeres que dicen: "el lugar de una mujer está en su casa", de las que permiten que "no les den permiso", de las que creen que tener un marido es tener un dueño, de las que le repiten a sus hijas que lo mas importante es lo de afuera y le restan importancia a la cultura, al aprendizaje, "porque total para que se esfuerza tanto si se va a casar"; de esas mujeres que se expresan de ellas mismas como tontas y les gusta. De esas mujeres que no saben estar solas y pasan de una relación a otra, de esas mujeres que su única aspiración en la vida sea "pertenecer" a alguien más. De las que dicen: "lo que le pasó es su culpa".
Yo también quiero un cambio, yo también quiero que no haya más desigualdad, y aunque pareciera imposible yo si tengo fe en la humanidad (aunque a muchos le parezca ridículo). Yo si creo que con mucha paciencia (porque la paciencia todo lo alcanza) y amor, podemos ir cambiando el mundo en que vivimos. Y lo que yo ofrezco es cada día erradicar de mi persona, frases o actitudes de violencia hacia los demás.

1 comentario:

  1. Creo que todos queremos un cambio para ser mejores personas y seres humanos, todo lo que mencionas desde tu experiencia personal y que a todos nos ha sucedido, muestra una falta total de valores humanos fundamentales que hemos querido olvidar y dejarnos llevar por los estereotipos y los prejuicios. Pero tambien implica que tanto nos valoramos nosotros mismos y tambien como aceptamos a las personas como son, sin quererlas hacer como nosotros quisieramos que fueran. Creo que es tarea de todos, pero si uno mismo comienza por ese cambio yo creo que podemos fomentar el retorno de esos valores humanos fundamentales

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