jueves, 17 de noviembre de 2016

Arquitectura Andalusí

La Arquitectura andalusí…

Mi primer acercamiento a la Arquitectura Andaluza, (bueno, con toda la Arquitectura), fue cuando tenía como unos 4 o 5 años, a esa edad, uno de mis pasatiempos favorito era jugar con los planos de mi papá, hojear sus libros de arte, ver y hasta rayar algunas fotos, usar los estilógrafos, regletas, acuarelas, etc.
A todos nos pasa que tenemos recuerdos o imágenes muy grabadas en la memoria ¿no? Pues así me pasa a mí con una foto a toda página de un libro de historia de la Arquitectura, de mi padre, con la “fuente de los leones”. Y aunque no entendía una pizca de arte o arquitectura, a esa edad (como la mayoría de los niños) mi gusto era bastante kitsch y a mí me parecían más que leones, perros, a los que veía en esa foto y deseaba tener esa fuente en mi jardín. (otro día les platicaré acerca de mi gusto por las balaustradas y otras joyas, a esa misma edad, para que entiendan porque digo que tenía un gusto bastante kitsch).

                                               

  (fotografía del patio de los Leones en la Alhambra de Granada; tomada por mí, diciembre 2015 y que por cierto es idéntica a aquella foto del libro que les cuento).


Un poco más tarde (como a los 8 años) supe que eran leones y bueno, dejé un poco ese recuerdo en el olvido, hasta que bastante tiempo más tarde, entré a la universidad y conocí a “Chema” Buendía 
( profesor, de quien he hablado en un post anterior a éste), quien me reencontró con la arquitectura musulmana y sacó ese recuerdo a flote.  Pasé un año completo aprendiendo sobre medersas, mezquitas, y se volvieron comunes en mi vocabulario palabras como “mihrab”, “alminar”, “minarete”, “Quibla”, “mudéjar”, entre otras tantas.
Y así, descubrí un mundo que desconocía y me impactó positivamente. Aprendí a diseñar patios interiores como eje de las casas, descubrí la importancia de la jardinería y el agua en el diseño, descubrí que tenemos en nuestra arquitectura vernácula rastros, (y rasgos) de arquitectura árabe debido a la gran influencia que ejercieron sobre los españoles y estos nos la heredaron. Me maravillé de la belleza del blanco sobre cualquier otro color, del uso de la geometría en cada detalle y la importancia de estos y lo importante que es hacer arquitectura incluyente y que cada espacio cubra las necesidades para la función que fue creado.  
Así de poquito en poquito nos vamos formando como personas diariamente ¿no? Con lo que vamos tomando de un lado y otro, con lo aprendido día a día; y así nos vamos haciendo como profesionistas también, con lo que aprendimos en la universidad, con lo que aprendemos en el trabajo, con lo que aprendemos de quienes admiramos, de nuestra curiosidad, de los libros (ahora del internet también) y de los viajes.
Pues así yo, que me he ido formando como persona y profesionista poco a poco y aunque ya estaba enamorada de la arquitectura musulmana y todo el legado de ésta, no fue ni será nunca igual el ver fotografías en libros a estar en el sitio. El próximo diciembre hará un año de un viaje soñado, un viaje que llamé “Para ver Arquitectura…” y eso hice. (Y como recomendación, que viajar no se trate sólo de visitar un lugar y comportarnos como turistas, sino que el planear un viaje sirva para aprender, para estudiar, y al llegar al lugar maravillarnos).

Les hago un poquito de recuento de historia: La herencia musulmana en España se hace presente en toda Andalucía (antes “Al-andalus”), debido a la ocupación musulmana de 8 siglos. Las edificaciones islámicas, se caracterizan más por su decoración que por su estructura. Y existen 4 elementos decorativos básicos: caligrafía, motivos orgánicos, geométricos y abstractos. A través de la geometría se representa la indivisibilidad de Dios. El arte musulmán se basa en las matemáticas: la repetición de patrones (redes) genera efectos armoniosos, equilibrados y dinámicos.


(podemos ver los patrones geométricos y tomados de la naturaleza, además del perfecto trabajo hecho en yeso y azulejos, fotografía tomada por mi, diciembre 2015).


La arquitectura islámica depende de tres elementos importantísimos: “los jardines, la luz y el agua”, porque tienen valor ritual y simbólico; además ningún espacio interior podría explicarse sin su relación con el exterior (jardines, fuentes y entradas de luz).
Por otro lado, existe una construcción muy particular y característica de la arquitectura árabe: “los baños o hamman” que no solo nos dejan ejemplos de espacios dedicados al culto del cuerpo y el espíritu, sino que son pioneros en la construcción de baños de vapor con calderas subterráneas.

(en esta foto, vemos la entrada los baños y apreciamos la iluminación cenital:fotografía tomada por mi, diciembre 2015).




     


(una foto de los interiores, donde vemos una fuente y la cenefa de azulejos, después de la yesería)




Espero que hayan disfrutado leyendo y viendo las fotos. (todas tomadas por mi)
Nos leemos pronto...




                 


 




 






          


 












* (Fuente: Arte Árabe, portal: www.artehistoria.com)
*2 (Fuente: Elena Sarnago Notivolo, La Decoración en el arte Islámico, portal: clio.rediris.es).

*3 (Fuente: Merche S. Calle, Plantas de las tierras de al-Andalus, portal: www.ideal.es).

martes, 27 de septiembre de 2016

"Chema" Buendía...



“Chema” Buendía…



El día que nos conocimos, fue en una clase en la UAM-Xochimilco, recuerdo perfecto que nos hablaste del color blanco, del olor de las flores de azahar y de tu infancia en Marruecos (Sí, de tu nana Jimo y de tu Fiat de lata). El destino me puso en tu clase pero la buena fortuna (o Dios) quiso que fuésemos amigos.




Siempre te escuché atenta, dentro y fuera del aula; a veces platicábamos más en los pasillo y jardines de la universidad que en los mismos salones, porque así eras tú, tu cátedra era para escucharte y fuera de clase para compartir. Ahora tengo muchas anécdotas que recuerdo y sólo trato de elegir las mejores palabras que dedicarte.

Te veía llegar siempre, muy arreglado de traje y sombrero, con un café en la mano y silbando. Bajo el brazo tu rollo de diapositivas, tus libros y un folder viejo y arrugado pero  lleno de maravillosos croquis que seguramente habías hecho sentado frente a una taza de café y con una buena charla. 
Diariamente, todos debíamos rodear el restirador donde nuestros planos estarían listos para recibir tus correcciones, recuerdo que me paraba a tu lado derecho, me gustaba estar ahí. Sin falta, todos los días dejabas el salón a las 2:00 pm porque no podías faltar a comer a tu casa, pero si aún no habíamos terminado la revisión en la universidad, nos esperabas en "la pause" (ahí sobre Francisco Sosa). Cómo disfruté cada una de tus clases…



Me llevaste a visitar la casa que le diseñaste a uno de tus hijos en Malinalco; recuerdo el viaje (de ida y vuelta), así como la comida llena de fantásticas historias que nadie contaba como tú, pero lo que más recuerdo y agradezco de ese viaje, fue el que compartieras conmigo la parte más importante de tu vida: Tu familia.

Me dijiste una y mil veces que la Arquitectura debe de ser incluyente y que hay que hacer que la Arquitectura cuente historias. Todos los días lo intento y espero estarlo logrando.

No tuvimos oportunidad de reencontrarnos, aunque siempre tuve en mente, pasarme un día por el callejón del Aguacate a preguntar por ti.
Sólo puedo decir, Gracias Chema, por haber coincidido conmigo en esta vida. Gracias por hacerme ver a la Arquitectura con tus ojos y por contagiarme tu pasión.

Un beso hasta el cielo…

sábado, 24 de septiembre de 2016

Ya no quedan Arquitectos como los de antes...

Ya no quedan arquitectos como lo de antes…

Los arquitectos de antes sabían dibujar a la perfección, con ese toque tembloroso. Los arquitectos de antes eran las personas más cultas, sabían de todos los temas. Los arquitectos de antes eran bohemios y no hipsters, eran artistas y no solamente constructores, porque no olvidemos que la arquitectura es una bella arte; los arquitectos de antes eran los más perfeccionistas seres que pisaron ésta tierra...
Y así podría ir enlistando un sinfín de cualidades de los arquitectos “de antes”.
Pero, ¿Por qué escribir un post con este tema?...
A propósito de la muerte de Teodoro González de León, me puse a pensar que quedan ya muy pocos arquitectos que se formaron en la profesión siendo observadores, desarrollando sus habilidades con el lápiz día a día, seguramente cuando estudiaban les rompieron planos en la cara y no salieron corriendo a acusar a su profesor (arquitecto también) de maltrato psicológico o de ser “malo” con ellos. Seguramente pasaron muchas noches de desvelo en espera de la “musa inspiradora” y rayaron millones de hojas en busca del boceto correcto para iniciar el proyecto ideal. Y por sobre todas las cosas, nunca subestimaron el valor de la historia.
Para mi, hoy en día, se ha devaluado mucho la profesión. Porque no es lo mismo a ser un constructor que ser un Arquitecto. Por muchas razones…
Dice el diccionario que… un Arquitecto es el profesional que se encarga de proyectar, diseñar, construir, y mantener edificios, ciudades y estructuras de diverso tipo. Su arte se basa en reflexionar sobre conceptos del habitar bajo necesidades sociales. Es un profesional de alto nivel de estudios superiores, con una profunda formación técnica, artística y social. Proyectar edificaciones, espacios urbanos o varias estructuras, y velar por el adecuado desarrollo de su construcción…
Si, en efecto, CONSTRUIMOS estructuras diversas, pero no solo las construimos. Las soñamos, pensamos, las imaginamos, las diseñamos, (esto quiere decir que le damos una solución práctica y útil a un problema), y finalmente las construimos. Pero ese proceso, es un proceso en el cual boceteamos, buscamos muchas opciones, visualizamos los espacios o estructuras y resolvemos lo que haya que resolver.
Como consecuencia del mundo globalizado y  de que las profesiones no tengan un tinte elitista, se abren universidades a diestra y siniestra y desgraciadamente las licenciaturas, se hacen más “accesibles”, ¿qué quiero decir con accesibles? Pues por inicio ya no se exige que quien estudie cierta carrera tenga habilidades mínimas que irá desarrollando o peor aún,  los planes de estudio no abarcan todas las materias que deberían estudiarse. Los exámenes de admisión en estas universidades, son un mero requisito y al final del día cuando salen al mundo laboral pues desgraciadamente no están capacitados como deberían y así las filas de los desempleados se van llenando más y más.
Sin afán de molestar a nadie, lo que quiero decir con todo esto, es que aunque la oferta de profesiones se ha ido ampliando en nuestros días, no todas las escuelas ofrecen una opción educativa real. Sin ir más lejos, cuantas universidades no dicen tener dentro de sus carreras la “Lic. En Arquitectura” y no hay nada más alejado de la realidad que su plan de estudios. ¿Por qué digo esto? El que te enseñen la parte técnica de nuestra profesión y te hagan creer que por saber utilizar uno o dos programas de diseño ya eres un Arquitecto y puedes Diseñar, pues es un grave error.
Por otro lado, y vuelvo  a insistir, no quiero herir susceptibilidades pero por qué si ya existía una carrera llamada “Diseño de interiores” (ya hablaremos mas a fondo en otro post sobre el hacer, quehacer y diferencia entre los interioristas y decoradores) ahora las universidades se han encargado de cambiarle el nombre y llamarla “Arquitectura de interiores”,  no deberían llamarla así y ¿saben por qué? Pues por lo menos aquí en México, no existe una cultura del interiorismo y las mismas escuelas que imparten la licenciatura lo demuestran, formando “Decoradores” que tampoco es lo mismo que un diseñador. Los “arquitectos de interiores” no tienen la misma formación que hemos recibido quienes estudiamos ARQUITECTURA (así a secas) y me sorprende que ellos mismo, a sabiendas de que la mayoría que  ha elegido estudiar “diseño de interiores” lo ha hecho porque no querían ver matemáticas o porque pensaban que Arquitectura era muy complicada,  ahora se llamen a sí mismos “Arquitectos” y no se atreva uno a decirles que no tenemos la misma formación (lo cual es evidente, solo hay que darle un vistazo a los planes de estudio) porque se indignan. Yo, que soy una apasionada del interiorismo  creo que la mejor manera de acercarnos a él, es estudiando Arquitectura, porque un arquitecto debe de tener los conocimientos suficientes para darle la mejor solución de diseño a cualquier espacio (interior o exterior) y si a eso le damos el plus de alguna especialidad en interiores pues el éxito en ese campo lo tendremos asegurado.
He conocido mucha gente dedicada a la Arquitectura en estos años y me causa una molestia muy  grande  cuando me dicen sin ningún empacho, frases como: “Odio la historia y peor si es del arte o la arquitectura” o el ya todo un clásico “¿Tener buena ortografía? ¿Para qué? Si soy Arquitecto”.
¿¿¿Qué??? ¿¿¿Es en serio???  y yo a veces les he llegado a preguntar :  “Y ¿No te da pena decir que no te interesa la historia? O ¿no te da pena decir que eres un arquitecto cuando ni siquiera puedes escribir dos frases sin tener 5 o más errores ortográficos?  (si, lo acepto, lo hago un poco por quitarme de encima esa incomodidad y un poco por el morbo que me ocasiona escuchar su respuesta) y de las ultimas cosas que he llegado a escuchar y que me han dejado anonadada ha sido: “Por eso estudie Arquitectura para no tener que escribir bien”, esta última frase ha sido como una estocada para mí. ¿De verdad hemos caído tan bajo educativamente que la gente piensa que no es importante escribir bien o tomarse la molestia de leer un libro?
A esto me refiero cuando digo que muchas universidades no ofrecen una opción educativa real, porque ya no hay un cuidado en esos pequeños detalles, que en realidad deberían de ser muy importantes. Y porque como mencioné al inicio de este post, (parafraseando lo que dice el diccionario): La Arquitectura es una mezcla de técnica y arte con el fin de resolver un problema que afecta a la sociedad.
Se vale que no todos tengamos los mismos intereses, pero entonces hay que estudiar profesiones que nos llenen completamente, que cubran nuestras expectativas. Hace poco escuche a alguien decir “Yo creo que hay dos tipos de Arquitectos, a los que les apasiona la profesión y a los que no”… Esta frase me ha hecho pensar mucho, porque creo que no deberían de existir estos dos tipos de personas en ninguna profesión, creo que todos deberíamos sentirnos plenos de haber estudiado lo que elegimos y además como estudiamos algo que nos llena completamente, pues no sería ninguna molestia continuar estudiando, actualizándonos, leer sobre el tema, no creer que ya cumplimos con terminar una licenciatura y ahora ya no hay nada más que descubrir. Es más, como arquitectos deberíamos salir a la calle y detenernos a observar detalles que nos parecen importantes, tomar fotografías, bocetear a cada instante.

Puede que yo sea una enamorada de la Arquitectura y una romántica que quisiera que todos la vieran con los mismos ojos que yo y por eso escribo este post, que más que una queja refleja mi sentir por una profesión bellísima, milenaria y que hoy en día corre el riesgo de extinguirse como la conocíamos. Porque aunque suene un poco catastrófica, YA NO QUEDAN ARQUITECTOS COMO LOS DE ANTES.

martes, 9 de febrero de 2016

110 años (y un poco más) de Arquitectura en México


Hacía tiempo que quería escribir sobre la Arquitectura en México. 
Hace un par de años (o tal vez un poco más) se realizó una exposición llamada “110 años de Arquitectura en México” (se presentó en el Palacio de Iturbide en el centro histórico de la ciudad de México) y es quien me motivó a escribir este texto y pensar en el desarrollo de la Arquitectura en mi país.
Haré un pequeño recuento significativo con ciertos elementos que me parecen trascendentales y que lograron que se generara la Arquitectura que le da forma a la historia artística y cultural de mi México.

Utilizando el guión curatorial de la exposición, haré mi recuento:

·         Los inicios (1900-1924) Para muchos el mandato de Porfirio Díaz fue terrible, pero para mí, fue un momento de esplendor hablando de las artes y en especial sobre la Arquitectura. Gracias a él (y a su debilidad por la France y todo lo relacionado a los galos) tenemos un hermoso paseo de la Reforma (que ya había sido trazado desde tiempos del emperador Maximiliano de Habsburgo) y contamos con uno de los palacios de Bellas Artes más bellos  del mundo, por mencionar sólo algunas joyas arquitectónicas de éste periodo.
La Revolución nos dejó muchas cosas, entre ellas una arquitectura que denominamos Post Revolucionaria que integra estilos como “art decó”. El interior del palacio de Bellas Artes es una muestra de este nuevo estilo que llegó a América en la década de los 20´s. El monumento a la revolución y muchos edificios habitacionales, sobre todo en la recién estrenada colonia Hipódromo Condesa (hoy el punto de encuentro de los hipsters). Este estilo prosperó hasta la década de los 30 y hay quienes dicen que es el único movimiento auténtico que buscaba una genuina estética para nuestra ciudad.

·         Primera modernidad (1925-1939) Aparece en México el Funcionalismo, que ya había roto paradigmas en Europa, buscando una Arquitectura que llevara como bandera “la función sobre la forma”. Aunque al principio no tuvo un buen recibimiento, el funcionalismo fue encontrando su sitio en nuestro país, abrazado por los artistas del momento, como Diego y Frida que guiados por Juan O ‘Gorman nos dejan como legado su “Casa Estudio” en San Ángel” y el “museo Anahuacalli”.  Yo soy Fan del Funcionalismo, porque me parece una de las corrientes más puras y que mejor entienden a la Arquitectura: la forma debe de seguir a la función. Es una Arquitectura limpia, diseñada para cumplir una meta.




·         Periodo Heroico y el modernismo (1940-1968)   Este periodo es casi uno de los favoritos de todos los mexicanos, porque nos gustan las historias donde somos los protagonistas y donde hay  héroes que le gritan al resto del mundo que somos grandes, que somos “chingones”. La creación de la ciudad universitaria nos ponía en la mira del mundo. El presidente en turno Miguel Alemán, (1946-1952) dispuso los recursos que hacían falta para la construcción de la Ciudad universitaria de la UNAM, todos los arquitectos más importantes de la época participaron en el concurso. La relevancia de este proyecto, es la integración perfecta de todos los elementos, las edificaciones armonizan con los jardines como si fueran uno mismo, no como elementos aislados.  Otras obras de gran importancia de esta etapa son también: El complejo habitacional Nonoalco Tlatelolco de Mario Pani. El Pedregal o “los jardines del pedregal de san Ángel”, que en sus inicios se crearon como si fueran un fraccionamiento de descanso a las afueras de la ciudad y se encargó a los arquitectos de moda como Max Cetto, Luis Barragán y José María Buendía (de quien he tenido la fortuna de ser su alumna y amiga. Y a quien admiro profundamente). También estaba el arquitecto español nacionalizado mexicano Félix Candela, quien realizó obras tan importantes como el Palacio de los deportes. Y haré una mención especial a una obra que realizó Enrique de la Mora en conjunto con Félix Candela: la Iglesia de San José del Altillo.  Donde Candela se encargó de realizar la techumbre  de la misma y que es un paraboloide hiperbólico y cabe mencionar que dicha iglesia fue la primera iglesia de la modernidad en México. Pertenece a la congregación de los misioneros del espíritu santo y es el sitio donde la misa se realiza por primera vez en español y de cara al pueblo. Menciono esto porque considero relevante el hecho de que la misma arquitectura  y el arte en general reflejan los cambios que se gestan en el interior de cada nación.  Y con toda esta modernidad, la llegada de las olimpiadas requiere que México esté a la par de las grandes potencias mundiales, las jóvenes promesas de la Arquitectura diseñan para el mundo, integrando en la ciudad sus obras. La ruta de la amistad, la villa olímpica, el estadio universitario, son algunos ejemplos de esta modernidad a la que nos enfrentábamos en ese momento y son mudos testigos de lo que la sociedad pedía a gritos: Un cambio en todos los aspectos (que hasta hoy seguimos pidiendo, pero esa es otra historia). Pedro Ramírez Vázquez realiza el diseño gráfico para la olimpiada y fue un parte aguas en este ámbito y el inicio de una nueva identidad para las artes gráficas en México.




·         Nueva monumentalidad (1969-1989) Teodoro González de León, Abraham Zabludovsky, Agustín Hernández, Ricardo Legorreta, los arquitectos más representativos de esta etapa. Casi iniciada la década de los 70, hace su aparición lo que llamamos “Arquitectura Mexicana  contemporánea” y sus mayores representantes llenan la ciudad y el país de edificios imponentes y monumentales. El concreto llena las calles. Tan similares González de León y Zabludovsky que hasta trabajaron juntos (y en mi opinión fue la mejor época de ambos), pero tan diferentes de Legorreta que hacía unos coloridos diseños retomando elementos de la arquitectura vernácula mexicana (y muy de la escuela de Luis Barragán) o de Agustín Hernández que siempre ha sido un poco futurista. El museo Tamayo de arte contemporáneo, el auditorio nacional, las oficinas centrales del Infonavit, el Colegio de México, el hotel camino Real, El papalote museo del niño, la casa del aire, el corporativo Calakmul (mejor conocido como la lavadora de santa fe) sólo por mencionar algunas obras.



·         Fin de siglo (1990-1999) La generación de arquitectos como Kalach, Norten, Gómez Pimienta, entre otros, pertenecen a una generación que nació allá por los 60 y creció en un México diferente,  la primera generación que estudió con las nuevas herramientas informáticas. No hubo un estilo que caracterizará especialmente a estos arquitectos, pero si un intercambio con la arquitectura de otros países, especialmente la norteamericana, ya que la mayoría de los arquitectos de esta generación realizaron posgrados en el país vecino del norte. La integración de las nuevas tecnologías tanto para la representación gráfica de los proyectos y para la misma construcción hacen su aparición y llegan para quedarse, y lo que es mejor, llegan para hacernos la vida más sencilla a las generaciones posteriores. Obras tales la biblioteca Vasconcelos (el gran elefante blanco del gobierno de Vicente Fox) y el centro nacional de las artes (aunque este último tuvo varias etapas constructivas) son sólo algunas de las obras más representativas  de éste periodo.



·         Primera década del s. XXI  Esta generación es a la que pertenezco yo. No hay nombres en solitario, como en las generaciones anteriores, los despachos donde cada quien aporta según su talento son el boom. Y estas firmas no solo están integradas por arquitectos, sino que también han hecho su aparición los diseñadores de interiores y se entremezclan con los diseñadores industriales y gráficos.  El construir desde cero y levantar edificios totalmente nuevos ya no es tan factible, sobre todo en la ciudad de México, que a veces pienso ya no tenemos para donde hacernos. Pero también han llegado las nuevas tendencias, “la reutilización de patrimonio edificado” y “el interiorismo”. El estilo predominante, es lo vintage y lo retro. Como dicen por ahí “la moda es cíclica” y por el momento en México estamos un poco encantados con retomar elementos viejos y “modernizarlos” o “contemporaneizarlos”.




La historia de la arquitectura de México siempre me hace pensar en que somos una nación hecha de una mezcla de culturas (claro, como la mayoría) y nos encanta plasmarlo en todos lados. El sincretismo que hacemos con elementos prehispánicos y la modernidad le da un tinte diferente a la arquitectura que hacemos en México. Ese mestizaje cultural se ha hecho desde tiempos de la colonia y lo podemos encontrar en los retablos de las iglesias por todo el país. Y en épocas modernas lo encontramos en esa arquitectura que quería enseñarle al mundo la grandeza de México. Basta pensar en edificios como el colegio militar donde se hace una magnifica abstracción de “Tláloc”. Creo que en el fondo, pensamos que debemos hacer que renazcan todas esas grandes edificaciones que en tiempos de la colonia fueron “tapadas” por otro orden arquitectónico y nos hace enorgullecernos de esas raíces. Pero sin olvidarnos que somos producto del mestizaje y la multiculturalidad.
Allá por los años 90, Pedro Ramírez Vázquez, presentó al mundo  la nueva cara de México en el mundo y lo hizo con el pabellón de México para la exposición de Sevilla 92, como olvidar esas dos gigantescas "X", (porque ningún otro país del mundo tiene una x en su nombre).


 Yo debo reconocer que me encanta pertenecer a esta generación porque las generaciones anteriores nos abrieron brecha y porque como mujer ya tenemos un campo de trabajo más amplio. Ya no se considera a la Arquitectura como una profesión exclusivamente de hombres, porque aunque pudiera parecer ridículo, aún hay gente en México en estos días, que piensan que las mujeres no estamos hechas para profesiones de este tipo. Sin embargo, somos producto del camino que nuestros padres trazaron y de quienes se han esforzado por que haya equidad entre hombres y mujeres en todos los ámbitos.

Este recuento de obras y personajes de la arquitectura en México, me invitan a querer ser factor de cambio, me invita a querer construir los siguientes episodios de esta historia. Pero seguro que ustedes también deben querer ser actores principales en este camino de la arquitectura, que al igual que para mi, debe de ser su razón de ser, su pasión y motor en la vida.

Nos leemos pronto...