Hacía
tiempo que quería escribir sobre la Arquitectura en México.
Hace un par de años (o tal vez un poco más) se realizó una exposición llamada “110 años de Arquitectura en México” (se
presentó en el Palacio de Iturbide en el centro histórico de la ciudad de
México) y es quien me motivó a escribir este texto y pensar en el desarrollo de
la Arquitectura en mi país.
Haré
un pequeño recuento significativo con ciertos elementos que me parecen
trascendentales y que lograron que se generara la Arquitectura que le da forma
a la historia artística y cultural de mi México.
Utilizando
el guión curatorial de la exposición, haré mi recuento:
·
Los inicios (1900-1924) Para muchos el mandato de
Porfirio Díaz fue terrible, pero para mí, fue un momento de esplendor hablando
de las artes y en especial sobre la Arquitectura. Gracias a él (y a su
debilidad por la France y todo lo
relacionado a los galos) tenemos un hermoso paseo de la Reforma (que ya había
sido trazado desde tiempos del emperador Maximiliano de Habsburgo) y contamos
con uno de los palacios de Bellas Artes más bellos del mundo, por mencionar sólo algunas joyas
arquitectónicas de éste periodo.
La Revolución nos dejó muchas
cosas, entre ellas una arquitectura que denominamos Post Revolucionaria que
integra estilos como “art decó”. El interior del palacio de Bellas Artes es una
muestra de este nuevo estilo que llegó a América en la década de los 20´s. El
monumento a la revolución y muchos edificios habitacionales, sobre todo en la
recién estrenada colonia Hipódromo Condesa (hoy el punto de encuentro de los
hipsters). Este estilo prosperó hasta la década de los 30 y hay quienes dicen
que es el único movimiento auténtico que buscaba una genuina estética para
nuestra ciudad.
·
Primera modernidad (1925-1939) Aparece en México el
Funcionalismo, que ya había roto paradigmas en Europa, buscando una
Arquitectura que llevara como bandera “la función sobre la forma”. Aunque al
principio no tuvo un buen recibimiento, el funcionalismo fue encontrando su
sitio en nuestro país, abrazado por los artistas del momento, como Diego y
Frida que guiados por Juan O ‘Gorman nos dejan como legado su “Casa Estudio” en
San Ángel” y el “museo Anahuacalli”. Yo soy
Fan del Funcionalismo, porque me parece una de las corrientes más puras y que
mejor entienden a la Arquitectura: la forma debe de seguir a la función. Es una
Arquitectura limpia, diseñada para cumplir una meta.
·
Periodo Heroico y el modernismo
(1940-1968) Este periodo es casi uno de los favoritos de
todos los mexicanos, porque nos gustan las historias donde somos los
protagonistas y donde hay héroes que le
gritan al resto del mundo que somos grandes, que somos “chingones”. La creación
de la ciudad universitaria nos ponía en la mira del mundo. El presidente en
turno Miguel Alemán, (1946-1952) dispuso los recursos que hacían falta para la
construcción de la Ciudad universitaria de la UNAM, todos los arquitectos más importantes de la época
participaron en el concurso. La relevancia de este proyecto, es la integración
perfecta de todos los elementos, las edificaciones armonizan con los jardines
como si fueran uno mismo, no como elementos aislados. Otras obras de gran importancia de esta etapa
son también: El complejo habitacional Nonoalco Tlatelolco de Mario Pani. El Pedregal o “los jardines del pedregal de
san Ángel”, que en sus inicios se crearon como si fueran un fraccionamiento de
descanso a las afueras de la ciudad y se encargó a los arquitectos de moda como
Max Cetto, Luis Barragán y José María Buendía (de quien he tenido la fortuna de
ser su alumna y amiga. Y a quien admiro profundamente). También estaba el
arquitecto español nacionalizado mexicano Félix Candela, quien realizó obras
tan importantes como el Palacio de los deportes. Y haré una mención especial a
una obra que realizó Enrique de la Mora en conjunto con Félix Candela: la Iglesia
de San José del Altillo. Donde Candela
se encargó de realizar la techumbre de
la misma y que es un paraboloide hiperbólico y cabe mencionar que dicha iglesia
fue la primera iglesia de la modernidad en México. Pertenece a la congregación
de los misioneros del espíritu santo y es el sitio donde la misa se realiza por
primera vez en español y de cara al pueblo. Menciono esto porque considero
relevante el hecho de que la misma arquitectura
y el arte en general reflejan los cambios que se gestan en el interior
de cada nación. Y con toda esta
modernidad, la llegada de las olimpiadas requiere que México esté a la par de
las grandes potencias mundiales, las jóvenes promesas de la Arquitectura
diseñan para el mundo, integrando en la ciudad sus obras. La ruta de la
amistad, la villa olímpica, el estadio universitario, son algunos ejemplos de
esta modernidad a la que nos enfrentábamos en ese momento y son mudos testigos
de lo que la sociedad pedía a gritos: Un cambio en todos los aspectos (que
hasta hoy seguimos pidiendo, pero esa es otra historia). Pedro Ramírez Vázquez realiza
el diseño gráfico para la olimpiada y fue un parte aguas en este ámbito y el
inicio de una nueva identidad para las artes gráficas en México.
·
Nueva monumentalidad (1969-1989) Teodoro González de León,
Abraham Zabludovsky, Agustín Hernández, Ricardo Legorreta, los arquitectos más
representativos de esta etapa. Casi iniciada la década de los 70, hace su
aparición lo que llamamos “Arquitectura Mexicana contemporánea” y sus mayores representantes
llenan la ciudad y el país de edificios imponentes y monumentales. El concreto
llena las calles. Tan similares González de León y Zabludovsky que hasta
trabajaron juntos (y en mi opinión fue la mejor época de ambos), pero tan
diferentes de Legorreta que hacía unos coloridos diseños retomando elementos de
la arquitectura vernácula mexicana (y muy de la escuela de Luis Barragán) o de
Agustín Hernández que siempre ha sido un poco futurista. El museo Tamayo de
arte contemporáneo, el auditorio nacional, las oficinas centrales del
Infonavit, el Colegio de México, el hotel camino Real, El papalote museo del
niño, la casa del aire, el corporativo Calakmul (mejor conocido como la
lavadora de santa fe) sólo por mencionar algunas obras.
·
Fin de siglo (1990-1999) La generación de arquitectos
como Kalach, Norten, Gómez Pimienta, entre otros, pertenecen a una generación
que nació allá por los 60 y creció en un México diferente, la primera generación que estudió con las
nuevas herramientas informáticas. No hubo un estilo que caracterizará especialmente a
estos arquitectos, pero si un intercambio con la arquitectura de otros países, especialmente
la norteamericana, ya que la mayoría de los arquitectos de esta generación
realizaron posgrados en el país vecino del norte. La integración de las nuevas
tecnologías tanto para la representación gráfica de los proyectos y para la
misma construcción hacen su aparición y llegan para quedarse, y lo que es
mejor, llegan para hacernos la vida más sencilla a las generaciones posteriores.
Obras tales la biblioteca Vasconcelos (el gran elefante blanco del gobierno de
Vicente Fox) y el centro nacional de las artes (aunque este último tuvo varias
etapas constructivas) son sólo algunas de las obras más representativas de éste periodo.
·
Primera década del s. XXI Esta generación es a la que pertenezco yo. No hay nombres en solitario, como en las generaciones
anteriores, los despachos donde cada quien aporta según su talento son el boom.
Y estas firmas no solo están integradas por arquitectos, sino que también han
hecho su aparición los diseñadores de interiores y se entremezclan con los
diseñadores industriales y gráficos. El
construir desde cero y levantar edificios totalmente nuevos ya no es tan
factible, sobre todo en la ciudad de México, que a veces pienso ya no tenemos
para donde hacernos. Pero también han llegado las nuevas tendencias, “la
reutilización de patrimonio edificado” y “el interiorismo”. El estilo
predominante, es lo vintage y lo retro. Como dicen por ahí “la moda es cíclica”
y por el momento en México estamos un poco encantados con retomar elementos
viejos y “modernizarlos” o “contemporaneizarlos”.
La historia de la arquitectura
de México siempre me hace pensar en que somos una nación hecha de una mezcla de
culturas (claro, como la mayoría) y nos encanta plasmarlo en todos lados. El
sincretismo que hacemos con elementos prehispánicos y la modernidad le da un
tinte diferente a la arquitectura que hacemos en México. Ese mestizaje cultural
se ha hecho desde tiempos de la colonia y lo podemos encontrar en los retablos
de las iglesias por todo el país. Y en épocas modernas lo encontramos en esa
arquitectura que quería enseñarle al mundo la grandeza de México. Basta pensar
en edificios como el colegio militar donde se hace una magnifica abstracción de
“Tláloc”. Creo que en el fondo, pensamos que debemos hacer que renazcan todas
esas grandes edificaciones que en tiempos de la colonia fueron “tapadas” por
otro orden arquitectónico y nos hace enorgullecernos de esas raíces. Pero sin
olvidarnos que somos producto del mestizaje y la multiculturalidad.
Allá por los años 90, Pedro Ramírez Vázquez, presentó al mundo la nueva cara de México en el mundo y lo hizo con el pabellón de México para la exposición de Sevilla 92, como olvidar esas dos gigantescas "X", (porque ningún otro país del mundo tiene una x en su nombre).
Yo debo reconocer que me encanta pertenecer a
esta generación porque las generaciones anteriores nos abrieron brecha y porque
como mujer ya tenemos un campo de trabajo más amplio. Ya no se considera a la
Arquitectura como una profesión exclusivamente de hombres, porque aunque
pudiera parecer ridículo, aún hay gente en México en estos días, que piensan
que las mujeres no estamos hechas para profesiones de este tipo. Sin embargo,
somos producto del camino que nuestros padres trazaron y de quienes se han esforzado
por que haya equidad entre hombres y mujeres en todos los ámbitos.
Este recuento de obras y
personajes de la arquitectura en México, me invitan a querer ser factor de
cambio, me invita a querer construir los siguientes episodios de esta historia.
Pero seguro que ustedes también deben querer ser actores principales en este
camino de la arquitectura, que al igual que para mi, debe de ser su razón de
ser, su pasión y motor en la vida.
Nos leemos pronto...